Cuando una empresa implanta una nueva solución tecnológica, si los empleados no entienden bien lo que les espera, todo el tiempo, energía y dinero invertido en la implantación no valdrá la pena.
Es tan importante dedicar tiempo a los aspectos técnicos como a la gestión del cambio. ¿Qué puede ocurrir si no se hace? Habrá bajos niveles de adopción, escasos beneficios, y, en general, poco compromiso por parte de los empleados.
En este artículo vamos a tratar de aportar algunos consejos que van más allá de la formación para alcanzar, no solo la transformación digital, sino la transformación cultural con éxito.
La gran barrera: El miedo
Lo primordial es conocer cómo afecta la tecnología al día a día de las personas. Si podemos detectar los miedos (realistas o no) con antelación, se conseguirá la aceptación de la tecnología más rápidamente. Por ejemplo, miedos como malas experiencias pasadas o no entender bien lo que viene.
Para conocer cuales son los frenos principales lo mejor es preguntar directamente de manera personal. Otra opción es apoyarse en Google para conocer que han experimentado otras empresas y, por último, si tienes identificados a los principales detractores de la adopción, y les convences, luego podrás convencer a cualquiera.
Hay que probar
Antes de implementar cualquier tecnología nueva, lo ideal sería probarla primero. Esta es una buena forma de aumentar la confianza y comprensión de esta y así se evitaría problemas después del lanzamiento.
Este tipo de pruebas pueden dar la oportunidad a las personas de hacerse una idea de cómo va a ser, la oportunidad de hacer preguntas y dar su opinión sobre la experiencia.
No engañar
Si algo no hay por dónde cogerlo, no intente convencer a su equipo de que es genial. Siempre habrá algo que no sea aceptado por todo el mundo. El resultado de una nueva implantación tecnológica tiene que ser, en términos generales, positivo para toda la organización.
Es fundamental la transparencia a la hora de conocer lo bueno y lo malo de la adopción de una nueva tecnología, generará confianza que es una parte fundamental para el éxito de la gestión del cambio.
Gane adeptos a su causa
No hay que dejar solo en manos de la comunicación descendente la aceptación del cambio.
Lo ideal sería identificar qué personas apoyan claramente el cambio y que entienden lo que está en juego para que ayuden en el proceso de aceptación.
Stop frustración
El escenario ideal es haber planificado las respuestas a las preguntas después de la puesta en marcha.
Hay que tratar que en cada equipo haya alguien capaz de responder a esas preguntas que puedan tener y disponer de un canal, por ejemplo, de Microsoft Teams, donde poder conducir esas preguntas. Así se les dará a los usuarios un lugar para hacer preguntas a medida que surjan y podrán aportar ahí sus comentarios.
